La vejez mental se manifiesta a través de una serie de síntomas que conforman una manera especial de ver y pensar la vida, una visión del mundo y de sí mismo entumecida por un conjunto de creencias que impiden una actualización interior positiva. Es deponer las armas antes de que se acabe la batalla. Algunos de estos indicadores son los siguientes.
Perdida de capacidad de asombro. Nada maravilla, nada encanta. Existe una especie de atrofia perceptual y un anclaje a lo tradicional que impide que la sorpresa logre procesarse. Ya no se comprende o se subestima lo bello, lo inaudito o lo genial.
Bajos niveles de exploración. La curiosidad deja de ser una fuente de motivación importante. El impulso por saber más y escudriñar la realidad se interrumpe. Ya no hay ganas de experimentar ni descubrir el universo. Puede más la resignación, que la pasión.
Aburrimiento. Como consecuencia de los dos puntos anteriores, la capacidad de sentir placer se reduce a su mínima expresión. Muy pocas cosas les generan satisfacción, se divierten poco y muestran un estilo de vida tendiente a la rutina.
Mal genio. Estas personas son gruñonas, quejumbrosas y muy pesimistas. Se pierde la risa y viven en un estado de frustración constante donde el mal humor aflora momento a momento. No le gustan los chistes y la alegría de los demás les produce malestar.
Escasa creatividad. Son más bien reiterativos y poco espontáneos. Odian la improvisación, lo paradójico, el absurdo y cualquier cosa que les implique esfuerzo para comprender las situaciones diarias. El doble sentido los agota. Esta pereza creativa suele estar presente en todas las áreas
Por el contrario, la mente joven sigue activa, inquieta y ávida en información y aprendizaje. Absorbe energía como una esponja, se pone a prueba cada vez que puede, le gustan los retos y crece con la experiencia. Pensemos en la actividad de un niño o un adolescente, tan incansables e insaciables ante los estímulos, que no se resignan ante un “no”, están repletos de “¿por qué?” y buscan sacarle provecho a cualquier oportunidad que les brinde placer. Una mente joven se mueve, actúa y se descubre a sí misma. La mente vieja ya no se hace preguntas porque piensa que las respuestas le fueron dadas, ya no persigue quimeras ni va más allá de lo evidente.
La mente joven no pasa desapercibida, llena espacios, intenta soluciones, se relaciona, sueña y desborda esperanza. No es hiperactiva, sino inquieta y entrometida. Nadie nace “mentalmente viejo”, se aprende a hacerlo a medida que vamos perdiendo la capacidad de sentir e inventarnos a nosotros mismos. El escritor francés Alfred Louis de Musset, dijo: “Las canas no hacen más viejo al hombre, cuyo corazón no tiene edad”. Y ahí es donde radica el problema: en el cuerpo de los que tienen una mente vieja, el corazón late menos.
Muy bueno el tema, pero ahi va una pregunta, sera que nosotros como personas podemos tener una dualidad ante ese comportamiento? y sera que nosotros mismos nos predestinamos a no sentir asombro por las cosas?
ResponderEliminarYO CREO FERVIENTEMENTE EN ESA DUALIDAD, BIPOLAR ES EL TERMINO DE MODA, PERO CREO QUE TODOS LOS SERES HUMANOS SIN EXCEPCION LO SOMOS! QUIEN NO HA SENTIDO INMENSA DICHA PARA ESTAR AL MINUTO SIGUIENTE EN LA MAS ABSURDA E INJUSTIFICABLE TRISTEZA? TODOS! EL SECRETO, CREO YO RADICA EN APRENDER A LIDIAR CON NUESTROS SENTIMIENTOS Y EMOCIONES Y NO PERMITIR QUE SEAN ELLOS QUIEN NOS TOMEN COMO SI FUERAMOS SUS MARIONETAS. E CUANTO AL ASOMBRO, RADICA EN LAS PEQUEÑAS COSAS NO EN LAS GRANDES, YO, POR EJEMPLO ME CONSIDERO DIFICIL DE ASOMBRAR PERO AL ANALIZARLO VEO QUE MI CAPACIDAD DE ASOMBRO VA MUCHO MAS ALLA DE LO QUE TODO EL MUNDO TILDA DE "SORPRENDENTE"
ResponderEliminarEsta muy interesante este artículo, considero que es importante estar lleno de motivación y entusiasmo para poder vivir, no solo sobrevivir y pensar en lo negativo, mas bien buscar dentro de este universo momentos de felicidad y gozo, como el simple hecho de sentir, de oler, de mirar, de tocar así como de degustar los sabores de la vida.
ResponderEliminarHe lidiado con una persona así toda la vida! al principio pensé que tal vez con el tiempo se interesaría por las cosas o quizás le pondría mas amor a la vida,eso no sucedió y por el contrario yo asumí la vida por los dos, solo el tiempo nos da razones, y yo buscaba unas que me aclararan su comportamiento, apático, callado, y triste la mayor parte del tiempo, si logre cambios no lo puedo negar, pero creo que yo también cambie,Ya no espere mas cambios sigo siendo yo, la que celebra y la que ríe!
ResponderEliminarYo también siento esa dualidad en mí... No sé, hay momentos en los que me siento muy ilusionada con mil ganas de aprender y de emprender y otros en los que pienso que ya estoy cansada de intentar cambiar las cosas y que mejor no ir más a contracorriente.
ResponderEliminarPor mi manera de ser a veces puedo parecer una persona un poco pasiva y poco entusiasta y me gustaría transmitir otra imagen pero ya no sé si vale la pena o simplemente aceptar que soy así.
. COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
ResponderEliminarEN LA CONDUCCION DIARIA
Cada señalización luminosa es un acto de conciencia
Ejemplo:
Ceder el paso a un peatón.
Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.
Poner un intermitente
Cada vez que cedes el paso a un peatón
o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.
Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.
Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.
Atentamente:
Joaquin Gorreta 55 años