sábado, 18 de febrero de 2012

El valor del emigrante


El emigrante, al igual que el caracol, lleva su casa a cuestas. Un mecanismo de supervivencia se activa para no dejar ser lo que uno es: las costumbres, los hábitos, los ideales o el idioma, adquieren importancia. El emigrante rescata lo esencial y lo conserva, a pesar del medio que generalmente lo obliga a transmutarse y despersonalizarse. Pero es irremediable, hay que mantener la identidad a lo que de a lugar, para que al sentirse “distinto” (no necesariamente discriminado) no perdamos la autodeterminación La identidad se mantiene básicamente creando formas de estar y habitar el nuevo mundo manteniendo el estilo original del sí mismo, que no siempre es fácil.

El emigrante, por un impulso gregario natural, tiende a agruparse con los suyos, que no siempre significa autoexclusión. Crea cofradías, barrios, calles, clubes, mutuales, mini ciudades, organizaciones o cualquier otro hacer grupal que lo mantenga atado a su comunidad. Nuevas preguntas sobre el sentido de la existencia comienzan a aparecer: ¿Quien soy en realidad?, ¿Qué quiero de la vida? ¿Qué me define? ¿Cuáles son mis puntos de referencia cognitivos y emocionales? El emigrante es un filósofo de la colonización, un transeúnte existencial que no quiere perderse en la muchedumbre de una globalización que lo absorbe y diluye.

Los emigrantes deben enfrentarse a una doble resistencia al cambio: la propia y la ajena. Propia, porque no le gustarán muchas cosas que deberán acatar para ser aceptados y ajena, porque quienes juegan de locales deberán abrir sus mentes al recibirlo. Para el visitante, lo nuevo resulta casi siempre desconcertante. Tendrán que traducir infinidad de códigos sociales y procesar muchas reglas implícitas sobre lo que está bien y lo que está mal visto, sobre lo que se puede y no se puede hacer. Un emigrante es un viajero moral, un poblador de éticas inéditas que lo envuelven y cuestionan profundamente.

La palabra “extrañeza” creo que describe bastante bien el impacto psicológico del recién llegado. Mi madre alguna vez me contó que cuando desembarcó en Buenos Aires a principios de 1952, de inmediato extrañó el olor a Nápoles. Fue lo que primero le impactó. Dice que yo, siendo un bebé de pocos meses, hice una mueca de desagrado. Así lo percibió ella. El puerto napolitano no olía igual al del Río de la Plata. La nostalgia se manifiesta inicialmente por lo más básico: las vías olfativas y gustativas. Y luego la mirada del otro: biología y attachment afectivo. Si recibes sonrisas, buen humor y aceptación de tu raza y tradición, la nostalgia será más soportable. El emigrante es un catador de memorias.

La Argentina siempre fue un país de puertas abiertas. Mis padres, mis tíos y toda la parentela, aunque seguían añorando a Italia, aprendieron a querer “la América” ya que siempre fueron tratados con respeto. Nunca los hicieron sentir extranjeros, así hablaran una media lengua rara de dialecto y lunfardo. Aún hoy después de medio siglo, Argentina (similar a algunos países de Latinoamérica) te reciben sin visa ni sospechas. A los italianos se les decía cariñosamente “tanos”, tal como me dicen hoy mis amigos del sur; a los españoles, “gallegos”.Cada quien tenía un apodo, un sobrenombre amable, jamás displicente. Pero aún allí, en la holgura de las pampas y la admiración callada de los que nos veían descender de los barcos, los emigrantes seguían aferrados a sus baluartes esenciales y a sus gustos. Hasta el día de su muerte, mi padre insistía en que la sandía italiana era más roja, el melón más jugoso y el puchero argentino comida para chanchos. Mi madre no dejó de decir hasta el final, que el cielo de Nápoles era más azul.

Un país que exija a los extranjeros perder sus costumbres como condición para recibirlos está condenado al asilamiento cultural y al odio. Yo se que la casa se reserva el derecho de admisión, pero es que aquí la casa es el planeta y el que llega no entra a un restaurante a disfrutar de un banquete, casi siempre lo hacen movido por condiciones extremas. Existe una ciudadanía inamovible que va más allá de los papeles membreteados o el documento nacional de identidad que a nadie se le puede arrebatar, y es la historia a la cual uno pertenece, el tono afectivo de los valores y necesidades con los que ha sido educado. Ese es el hogar que llevamos dentro, que no tiene porque ser frontera.

12 comentarios:

  1. Este escrito me hace reflexionar sobre la importancia de tener identitad propia, amar los origenes sin olvidarnos de nuestras raices, costumbres y valores, a amar con autenticidad la patria que nos vio nacer independiente del lugar en donde ahora estamos.

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  2. En mi persona tengo 4 años en un país que no es el mio y si puedo decir con base que lo que dice es totalmente cierto es difícil encajar desde el principio y mas cuando los valores y las costumbren que te inculcaron no son como las que vives a diario en donde te encuentras es un choque brutal muchos no les paran pero otros si por que tenemos personalidad propia, se que cada cabeza es un mundo y no todos pensamos igual yo lo vivo a diario aunque he tratado de adaptarme y aprender cosas de aquí no se no he podido, no me he cerrado peor tampoco me gusta que me impongan las cosas da mucha impotencia que te digan " a no aquí es tal país y aquí tienes que hacer lo que aquí se hace si no vete a tu país", no me parece nada agradable muchos tenemos razones para estar en otro país que no es el nuestro por x o por y!!! y con respecto a la comida diossss es fatal nada como la comida de uno la hecha en casita con los ingredientes que has comida toda tu vida, el sazón, el olor el calor de tu gente es demasiado pero aquí estamos y para adelante jaja buen dia

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  3. La gente ahora vive en un pais y en otro , millones son los que por diferentes razones tenemos que salir de nuestros paises de origen . Aun en las mejores condiciones, como es mi caso ,la emigraciòm no es sencilla .
    Es dificil encontrar el equilibrio para vivir sin añorar en demasía las calles , los olores , las costumbres , los amigos , el idioma en resumen la identidad que traemos enraizada en el alma y que nos acompaña a donde vamos se prende de lo conocido y se rehusa a cambiar . Es imprescindible integrarse al nuevo escenario pues de lo contrario la ¨pèrdida ¨se vuelve irreconciliable . Pero como empieza uno a encontrarle significado a los lugares y costumbres que nunca estuvieron en nuestra historia ??? La gente que encontremos a nuestro alrededor tendrà un papel activo y primordial , en la medida que nuestras experiencias con ellos ¨vayan llenando la lìneas del libro de nuestra nueva ¨historia ¨.. habremos empezado a darle un matiz de propiedad al nuevo paìs.... La gran ventaja es la tecnologìa !! ya no tenemos que renunciar a ser lo que somos ! ahora tenemos la oportunidad de crecer y combinar lo mejor de los dos mundos .

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  4. SOY EMIGRANTE , VIVO EN ECUADOR , PERO DESAFORTUNADAMENTE , EL EXTRANJERO NO ES BIEN VISTO , Y ES EXTRAÑO POR QUE LOS ECUATORIANOS SON EMIGRANTES EN GRAN PORCENTAJE , AQUI NO TE LLAMAN CARIÑOSAMENTE SEGUN TU PAIS , AQUI CON SOLO ESCUCHAR EL ACENTO FORANEO TE RECHAZAN , TE TRATAN DE DELINCUENTE , Y SEGUN LA GENTE DE AQUI TODO LO MALO SOMOS LOS DE AFUERA , SI HAY UN ROBO , LA GENTE SIN SABER DETALLES EXCLAMA: O ES COLOMBIANO O PERUANO , O CHINO , PERO TODO LO MALO SOMOS NOSOTROS AUN SIN SERLO , ES TRISTE Y AQUI HASTA UNO DEBE SUPRIMIR EL ACENTO Y COSTUMBRES PARA NO RECIBIR RECHAZO.

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  5. Vivo en un país extranjero desde hace 20 años. Hoy lo considero como mi segunda Patria a la que la llevo en mi corazón. La razón fue que aprendí a identificarme totalmente con esta cultura y con su gente, sin perder mi identidad. En el transcurso de mi vida, fui creando la importancia de "amar lo que se tiene" y del cual se convirtió en mi lema y éxito en muchas áreas de mi vida. La actitud con la que enfrenté muchas situaciones en un mundo extraño para mí fue lo decisivo a la hora de vivir aquí. Se dice que uno recibe de vuelta lo que uno da, y cuanta verdad encierra. Cuando tengo que desplazarme a otras ciudades, siempre regreso con algo que contar. Historias agradables, cosas que me suceden, gente que se siente inclinada a conversar conmigo (a veces me pregunto si es que tengo un letrero en la frente diciendo "háblenme"), a ofrecerme incluso ayuda sin pedírsela, hasta reir y compartir.
    Pero cuando miro atrás, me sorprendo como las cosas cambiaron para mí, porque mi sentimiento y experiencia no eran los mismos... todo cambió desde el momento que tuve en mis manos un libro que cambió radicalmente mi forma de pensar sobre el pueblo que me recibió... y fue que cuando cambié mi actitud y mis pensamientos hacia otros, fue como si ellos hubieran cambiado por arte de magia. Hoy en día soy muy feliz gozando de ellos y ellos de mí. Nadie a dejado de ser nadie. Todo lo contrario, porque ellos encuentran en mí alguien fascinante y yo en ellos gente encantadora.

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  6. que buena reflexión esta última , muchas gracias ....AMAR LO QUE SE TIENE ...gracias

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  7. Yo fuì emigrante en mi propio pais durante 22 años... pasé de una región a otra en donde todo, absolutamente todo es diferente, el choque cultural fué bastante fuerte, empecé a hacer las odiosas comparaciones, y estaba resistente al cambio..y a la vez que criticaba todo, igual me sentía o me hacían sentir como mosca en leche.. quizás llegué con una actitud poco positiva, mente cerrada y añorando lo mío. Con el tiempo, fuí descubriendo la magia que tiene todo lugar, muchos años me costó, si, pero finalmente comencé a sintonizarme con todo lo que me rodeaba, la gente, la comida, las costumbres, la música..el aire que respiraba.. mis oidos acostumbrándose al nuevo bullicio , a esa nueva forma de expresión de la gente.. diferente al que yo estaba acostumbrada, mis ojos a ver mas colorido y en fin, todos mis sentidos comenzaron a percibir sensaciones realmente diferentes..y poco a poco fuí comprendiendo esa manera diferente de vivir, de sentir..comencé a descubrir cosas maravillosas,y a saborear la sencillez de su gente, la alegría y espontaneidad..me hice vecina de ese lugar, y logré sentirme como en mi casa, y allí pasó parte de mi vida..obviamente nunca olvidando mis raíces, mis costumbres, mi familia..y una que otra vez añorando devolverme.
    Hoy despues de esos años de vivir en un lugar ajeno, con mi vida resuelta, por cosas del destino me devolví a mi tierra.. felíz de volver a compartir con mi familia, y volver a estar en lugares que siempre ví en mi niñéz y juventud..y adivinen que, comencé a experimentar una gran tristeza de haber dejado aquel lugar que por muchos años me acogió. Volví hace poco por aquellas tierras, y fué diferente,tan pronto pisé ese suelo, me sentí en mi casa, como si nunca hubiera partido de allí..con una alegría desbordante, no hallaba como expresarla.. estuve muy felíz, muy agradecida y con la nostalgia de volver..por que ya ese extraño lugar nunca más fué eso para mi, por que comenzó a ser parte de mi ser, y aprendí a quererlo y a respetarlo con sus bellezas y sus pobrezas, sus carencias..y me atrevería a afirmar que me siento mas a gusto en ese lugar que un día también me vió llegar como un extranjera más, pero que con seguridad también tuvieron el placer de conocerme..

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  8. hace muchos años estuve en otro pais y senti exactamente las emociones a las que refiere en su escrito referente a lo que expresaba la madre del señor walter y creame senti volver a la vida en el momento que regrese a mi tierra encontre mi conexion autentica real de vida rescate mis gustos sabores y emociones tan solo al pensar que regresaria a mi lugar de origen no me alcanzaria este espacio para contar todo lo que en realidad pase y senti gracias por todo lo que nos transmite señor walter su fan numero uno mil gracias

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  9. Es importante conocer o comprender la problematica de los que emigramos ... la tierra que nos vio nacer siempre tira de nosotros como las cuerdas de Tupac-Amarú, nos sentimos tironeados en dos direcciones y cuesta seguir íntegros.
    Fatalmente soy argentina y es un país que tiene muchos defectos, crisis y demás sin embargo todos los que lo dejamos, lo lloramos, tal vez sea cierto que "no nos une el amor sino el espanto, será por eso que te quiero tanto..."
    Enfin , que en mis más de 20 años en otro país, europeo,no me he podido adaptar bien,y siempre sigo trabajando este tema en la terapia.
    Dr Riso, soy colega suya y he leido casi toda su obra, muy acertada y coherente, me ayuda mucho a pensar.
    Gracias.

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  10. También soy emigrante, de America a Europa y viceversa, ahora nuevamente en Europa.Un recorrido que inicialmente no elegí y que ahora valoro dentro de mi. Repitiria el viaje para encontrar nuevamente personas queridas que ni la distancia ni el tiempo cancelan de mi corazón. Sabores y colores diferentes que a veces confunden mi identidad, alegrias y tristezas que se presentan a mi puerta con extrema velocidad, pensamientos diferentes, costumbres cambiantes, valores que persisten, afectos que pasan y otros que quedan dejando huellas importantes. En fin, un viaje mas allá de las fronteras fisicas que inicialmente te quita seguridad, pero que al fin te fortalece y te permite comprender lo que es realmente importante para ti.

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  11. Vivo en EU y soy colombiana, dificil muy dificil, si que hay que ser fuerte para no perder valores ni costumbres, para no perderse en otra cultura, sobre todo la americana, es una lucha diaria, pero no imposible, siembre habra gente a la que no le gustes, y otros a los que si, pero si uno se mantiene firme, es mas respetado y admirado de lo que uno cree.

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  12. Hace 4 meses q "vivo" en México, soy Catalana (Española). Vine por un proyecto empresarial de mi pareja y a pesar de que también yo vine con trabajo no consigo adaptarme. Sé que el principal problema soy yo, a pesar q la ciudad tampoco es fácil, pero la principal barrera soy yo y mi resistencia al cambio. Solo hago q pensar lo mucho q echo en falta todo, mi familia, mis amigos, mi ciudad, mi antiguo trabajo. Muy a mi pesar, he perdido la seguridad en mi que tanto tiempo tarde en conseguir, en consecuencia he perdido la fuerza y las ganas por conocer gente y "adaptarme". Sinceramente, y aunque no me guste, me limito a pasar los días, deseando que llegue pronto nuestro retorno a casa (faltan la friolera de 2 años).
    Todos los días pienso en regresar, porque se que mi actitud y estado de ánimo no me beneficia a mi ni tampoco ayuda a mi pareja, al contrario. Pero por no herirle a él, ni a nuestras familias, sigo aquí a su lado, viendo pasar los días y deseando q lleguen al menos vacaciones para regresar a mi mundo.

    Soy una gran lectora de Walter des de hace muchos años, sinceramente me ha ayudado mucho en otras etapas y situaciones difíciles. Pero en este momento a pesar de conocer bien la teoría, des de tener la mente abierta y adaptarse a los cambios, a no apegarme a la familia y a mi vida en España, no consigo ponerlo en práctica, me siento bloqueada y inmersa en un mar d tristeza a pesar q la poca gente que conozco en México ha sido maja nosotros. Y tampoco tengo el suficiente valor como para dejar aquí a mi pareja por mi estabilidad...

    Gracias por todos los momentos reconfortantes con sus lecturas Walter, espero pronto desbloquearme y poder llevar a cabo todo lo aprendido (aunque veo que no interioridad).

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